Volviendo de camino a casa no
podía dejar de pensar en Marc. ¿Por qué había regresado? Ella ya estaba feliz.
Ya había encontrado su sitio en la vida. Tenía a un chico que le quería y la
hacía feliz. Pero al ver a Marc, los recuerdos del pasado resurgieron. Todo
volvió. Era una montaña rusa de sentimientos. ¿Se lo debía contar a José? A lo
mejor se enfada, pero es lo mejor. Ya está decidido, cuando le vea, se lo
contará. Necesita contárselo. Ya estaba llegando al lugar donde había quedado
con José cuando una voz la llamó:
-¡¡¡Lucia!!!- gritó una voz.
-¿Qué quieres? Déjame en paz.
-Lucia, quiero hablar contigo.
-Ya, pero yo no tengo nada que
decirte, Marc.
-Solo dame 5 minutos.
-Vale, pero date prisa.- dijo
Lucia enfadada.
Los dos buscaron un sitio para
sentarse y empezaron a hablar.
-Mira, Lucia, como te dije antes
todavía quiero volver a salir contigo. Sé que tienes novio, pero eso no cambia
nada. Yo lucharé por ti.
-Pero yo no quiero que lo hagas.
¿No lo entiendes? Yo quiero a mi novio. Soy feliz con él. Le quiero. Tú no
tienes derecho a aparecer así en mi vida con todo lo que me hiciste. ¡No
puedes!- dijo Lucia realmente nerviosa.
-Lo sé.
-No, no lo sabes. Te crees que por
venir aquí y decirme que me quieres ya estará todo solucionado. Te crees que
por ser guapo puedes conseguir lo que quieras. Pues no.
-¿Crees que soy guapo?- dijo Marc
sonriendo.
Lucia miró a Marc con una mirada
de desprecio. En ese momento quería irse de ese sitio.
-Mira, me voy. No me hagas perder
más el tiempo.- dijo Lucia alejándose de Marc.
Antes de que Marc dijera una
palabra más, Lucia le dejó atrás. ¡Cómo había cambiado! Se había vuelto mucho
más guapa. Le daba igual su ‘’noviete’’. Él sabía que podría convencer a Lucia
de que él era perfecto para ella.
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