viernes, 27 de enero de 2012

Capitulo 12.


A la mañana siguiente no podía dejar de pensar en él. En todo lo que sucedió ayer. Por más que se lo repita no es un sueño. Es real. Sabe lo que verdaderamente siente, aunque no quiera aceptarlo. Se ha enamorado de un chico encantador. *Piipii* El sonido del teléfono alerta a Lucía.
-¿Sí?
-Hola, chica de los ojos preciosos.- dijo una voz masculina al otro lado de la línea.
Lucía sonrió sin querer. Sofía, sabiendo lo quién era, le dijo por gestos que pusiera el altavoz. Finalmente, Lucía aceptó.
-Hola, chico de la sonrisa encantadora.- dijo Lucía sin estar muy cómoda con su amiga escuchándoles.
-Te quiero ver ya.- dijo José muy bajito.
-Y yo, guapo. Quiero volverme a sentir segura contigo.
-Jajajaja. Y yo preciosa. ¿Cuándo puedes?
-Hmm. Un momento.- dijo Lucía tapando el teléfono para que no se la oyese hablar con Sofía.
-Tia, ¿ahora yo que hago? No le puedo decir nada a mi madre.
-Que sí, que sí. Dile que te quedas a comer a mi casa y que luego te acompaño a la tuya.
-¿Seguro? ¿Crees que aceptará?
-Que sí. No hagas esperar a tu príncipe azul.
-Vale, gracias. Te debo ya muchas. Jajaja.- dijo Lucía quitando la mano del teléfono.
-José, te viene bien sobre… ¿las 11?
José hizo unos pequeños cálculos: son las 9 y 30, tarda unos 30 minutos en arreglarse y quería pensar en una cosa especial para ella, ¿en una hora le dará tiempo? Supone que sí.
-Vale. En una hora y media quedamos. ¿Dónde?
-Que te parece… ¿donde empezó todo?
-¿En Faunia?- dijo José un poco sorprendido.
-Jajaja. No, tonto. Digo donde empezamos de verdad, en la plaza.
-Jajaja. Vale. Te veo luego.- dijo José con voz dulce.
-¡Vale! Te hecho mucho de menos…- dijo Lucía con voz melancólica.
-Y yo a ti. Pero dentro de poco nos veremos. No llegues tarde, ¿eh?
-Para nada. Adiós.
-Adiós.
-¡Waah! Tía ahora me acabo de acordar. No tengo más ropa que el vestido de ayer de la fiesta. Y no me lo pienso volver a poner.
-Jajaja, no te preocupes por eso. Yo te dejo ropa. Pero con una condición.
-¿Cuál?- dijo Lucía sorprendida.
-Hoy le tienes que preguntar a José si tiene algún hermano.
-Jajaja vale. Pero creo que sí tiene.- dijo Lucía con una gran sonrisa.
-¿Y tú como lo sabes?
-Porque en su cuarto vi una foto de su familia. Y estaba él y sus padres y otro chico que parecía ser de su edad junto a él.
-¡¡¡No me lo puedo creer!!! Espero que no me estés mintiendo.
-Que no tonta que no. Ahora, enséñame que tienes.
Lucía estuvo buscando en el armario de su amiga hasta dar con lo ideal: Una camiseta roja y unos vaqueros cortos blancos. Luego encontró unas converse de su amiga, aunque no la convencían mucho. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario