-Estoy
agotada.- pensó Lucia.
Tras dos
intensos y largos días, al fin, ya estaba en casa. Realmente, ella quería estar
entre sus brazos. Sintiendo su fragancia… Pero no. ¿Realmente van enserio? Pff.
Todavía no quería decirle nada a sus padres, ¿qué les iba a decir? Que ¿se
conocieron hace dos días, que han ido a una fiesta juntos, que se han besado,
que casi pierden ambos la virginidad, que esta mañana la engañó y se fue con él
al parque de atracciones? Se ríe. Si le dijera todo eso, lo primero se quedaría
en su casa hasta que las ranas críen pelo. De momento no le puede decir nada,
cosa que a Lucía no le gusta nada. No se considera unas de las mejores
mentirosas de su casa. Tarde o temprano, siempre la acaban pillando. Esta vez,
espera que no sea así.
Ahora
mismo, lo único que quería hacer era evadirse de todo. No existir. Necesitaba
descanso total. Cerró la puerta, cogió sus cascos y decidió escuchar el disco
que José le había regalado aquella misma mañana. Coge su portátil e inserta el
CD. Al ver los títulos de las canciones sonrió. Era un poco de todo: rock, pop,
rap, ranchera, bacalao…
-¡Que
mezcla!- pensó.
Se quedó
realmente impresionada al escuchar las canciones. Porque expresaban verdaderas
realidades, e incluso algunas, amor espontáneo. Seguramente lo habrá hecho
aposta.
Mientras
que las canciones van sonando a través de sus cascos, se tumba en la cama con
los ojos cerrados.
-Tendré
que esperar mucho tiempo antes de volver a verle.- pensó.
Tras este
último pensamiento, Lucía, se durmió con
un tema muy popular de rock ‘’Don’t Cry’’
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