Todo era
extraño. Estaban los dos juntos en la cama de Lucia.
-Te
quiero.- dijo Lucia susurrando a José.
-Y yo a
ti.
Tras
estas últimas palabras, se dieron un beso. Un gran beso. Ninguno quería que
aquella noche acabara nunca. Era especial. Era de ellos. Solo de ellos.
-Oye, ¿sabías
que esto iba a ocurrir?- dijo Lucia tumbada en el pecho de José.
-No claro
que no. Pero lo sospechaba y he venido preparado.
-Jajaja,
más te vale. – dijo Lucia dándole otro beso.
-Oye creo
que debería irme ya. Son las 3 de la madrugada y mañana hay clases y…
-Cállate.-
dijo Lucia.- Solo quédate a mi lado. Por favor.
-Vale. Me
quedare.
Los dos
estaban abrazados.
-¿Sabes?-
dijo Lucia, mirándole a los ojos.- Me da igual lo que la gente diga de mí. Yo
te quiero y voy a estar a tu lado.
-Me
alegro de que me digas eso. Porque yo también quiero estar a tu lado.
De
pronto, Lucia y José escucharon pasos procedentes de la habitación de su
hermana.
-¡Rápido!
Escóndete en el armario.
Rápidamente,
José cogió su ropa y la metió en el armario. Mientras, Lucia colocaban todo y
saltó sobre la cama. Se tapó e hizo como si allí no hubiera pasado nada.
-Tata, ¿estás
bien?
-Sí, ¿por
qué?- dijo Lucia, intentando poner voz de dormida.
-Porque
escuché ruidos.- dijo Lydia estirándose.
-Serán
productos de tu imaginación. Ahora vete a dormir.
-Vale.
Buenas noches.
Nada más
irse la pequeña, José salió.
-Uff por
poco. Creo que debería de irme.- dijo José vistiéndose.
-Jooo. No
quiero que te vayas. Quiero que te quedes conmigo toda la noche-. Dijo Lucia
como una niña pequeña.
-Jaja. Lo
siento, cielo, pero imagínate que por la mañana entra tu madre y nos ve. ¿Qué
hacemos?
-Pues
bueno, en esa situación tenemos dos opciones: o matarnos nosotros o que nos
mate ella.- dijo Lucia riéndose.
-Pues
prefiero sobrevivir y verte el resto de mi vida.
-Vale, no
insistiré…
-Lucia,
esta noche ha sido muy especial para mí. Nunca la olvidaré. Ni a ti tampoco.
-Yo a ti
tampoco, cielo.
Lucia
salió de la cama y fue corriendo hacia el cuello de José. Se miraron unos
segundos y se besaron.
-Te
quiero.- dijeron a la vez.
-Bueno yo
ya me voy. Me bajaré por donde he subido.
-¿Seguro?
Podrías bajar y salir por la puerta.- dijo Lucia señalando la puerta de su
habitación.
-No.
Prefiero salir por aquí.
-Oye,
antes de irte una cosita. Tú mañana tienes clase, ¿no?- dijo Lucia.
-Sí. Por
desgracia.
-Ams. Es
que me acordé de que la profesora nos dijo que si queríamos podríamos traer
algún amigo, ya que el museo es gratis y vamos andando.
-Sería
una gran oportunidad…
-No te
dejaré faltar a las clases. Es que algunas personas mañana tienen el Cross.
-Hmm. Yo
creo recordar que lo tenemos dentro de una semana. Total yo no voy. Soy muy
malo.
-Jajaja.
Mi instituto no va. Asique no me preocupo de ello.
-Pues
mejor para ti.- dijo José sonriendo.
-Bueno
vete ya, que si no al final te quedarás aquí toda la noche.
-Sí me
voy ya. Adiós.
Antes de
bajar por la ventana, se dieron el último beso de la noche.
-¡¡Te
quiero!!- gritó Lucia.
Ella
sabía perfectamente, que no iba a dormir bien. No podría dejar de pensar en él.
En lo que ha sucedido. Le encanta. No para de darle sorpresas. Realmente le
gustaría que mañana estuviese con ella. Pf. El grupito. Se encontrará con sus
‘’amigas’’. Cosa que no le gustará nada. Poco a poco le fue entrando sueño
hasta que, sin darse cuenta, se durmió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario