Tras un
largo y duro día en Faunia, llegó el momento de descansar y más si quería estar
completa para la noche. Cogió su Ipod y sus cascos. Se los puso y entró en un
sueño dulce. Mágico.
Se
despertó de golpe. ¿Qué hora es? ¡Dios mío! ¡Son las 9! En 1 hora y 30 minutos
había quedado. Corriendo se quitó la ropa sucia de esa mañana y se dio una
ducha bien fresquita. Tras la ducha venía el momento de elegir ropa. ¿Qué me
pongo? No quería parecer que me había arreglado mucho. Un vestido me parecía
excesivo. ¡Lo tengo! Una camiseta roja
con unos vaqueros cortos y rotos rojos con unas converse rojas y blancas. Hora
de alisarse el pelo.-pensé. Iba contrarreloj. Tenía 15 minutos para alísame el
pelo. ¡Conseguido! En 10 minutos me había alisado el pelo perfectamente.
Mira la
hora 10.25. No le convence la ropa. Aunque sea muy exagerado decide ponerse un
vestido de palabra de honor negro con unos zapatos preciosos rojos. Ahora sí.
Le gustaba. Con el pelo perfectamente liso y aquel precioso vestido que le
regalaron por un cumple pasado.
Las
10.35. Debería de salir ya si no quiere hacerle esperar. Sale de su habitación
y con un grito de despedida, deja atrás su casa. Mira su móvil. Mientras que
espera al semáforo ve a ‘’Contactos’’. Al ver su nombre los ojos se encienden.
Dentro de poco le verá. Realmente no se cree todo aquello. Es como un cuento de
hadas. Pensando en todo lo que ha pasado hoy, llega al sitio donde habían quedado.
Allí estaba él con una camisa blanca y unos vaqueros.
-Hola.-
dije yo sonriente.
-Ah. Hola
no te había visto llegar.- dijo él dándola dos besos.
-Jajaja.
¿Te he hecho esperar mucho?
-No.
Acabo de llegar.- Mentía. Estaba tan nervioso que salió demasiado pronto de su
casa. Llevaba 10 minutos esperando.
-¿Nos
vamos? – dije yo señalando el camino que debíamos seguir.
-Claro.
Tú primero.
Los dos
no sabían que decir. Casi no se conocían y estaban allí. De camino a una
fiesta. Los dos eran felices.
-Oye, sé
que ahora la pregunta no viene a cuento pero, ¿qué edad tienes?- me dijo
sonrojado.
La verdad
es que no venía para nada a cuento. A esas alturas más o menos lo debería
suponer.
-Tengo
14, ¿y tú?
-Yo tengo
14, pero dentro de 1 mes cumplo los 15.
Lucia
hizo cálculos. Están en Julio, asique su cumpleaños es en Agosto. Procuraría
que no se le olvidase.
-¿Queda
mucho?- preguntó José por romper un poco el hielo.
-No ya
casi hemos llegado. Quedarán unos 5 minutos.
Caminaron
en silencio hasta que Lucia no aguantaba más.
-Tú me
has hecho una pregunta. Ahora me toca a mí.
-Pregúntame
lo que quieras.
-Me da un
poco de vergüenza, pero también me muero de curiosidad. ¿Tienes novia?
José se
sorprendió con aquella pregunta.
-Pues no.
La verdad es que no. ¿Y tú?- preguntó más nervioso que antes.
-Jajaja.
No tampoco.- dijo Lucía guiñándole el ojo.- Aquí es.- dijo parándose delante de
una puerta marrón.
Subieron
las pequeñas escaleras y tocaron el timbre.
Abrió la
puerta una chica de igual estatura que Lucia. Era morena, con el pelo rizado.
Llevaba un vestido ceñido morado, con unos tacones morados.
-Oh. Veo
que vienes acompañada, ¿eh?- dijo Sofía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario