Lucia no
se lo podía creer. ¿Qué estaba haciendo allí? Sus ojos se iluminaron al verle.
Se besaron apasionadamente. Aunque se hayan visto hace unas horas, parece que
han pasado días.
-¿Qué
haces tú aquí?- preguntó Lucia asombrada.
-Pues…
resulta que hoy si teníamos el cross y, como te dije ayer, yo no voy.
Lucia se
emocionó realmente. Le daba igual el por qué, él estaba con ella.
-¿Cuándo
nos vamos?- dijo José.
-Cuando
vengan los demás.
Sofía y
las demás no se podían creer lo que estaban viendo. Lucia prefirió dejarlo
estar y dejar de discutir con sus ex-amigas. Ahora su atención se concentró de
golpe en otra cosa: en él.
Su
historia de amor era muy rápida aunque a los dos les encantaba estar como
estaban. Sobre todo a Lucia. Cada día se lleva una sorpresa. ¡Parecía un sueño hecho realidad! Y así era.
José tenía todo lo que Lucia necesitaba y buscaba en alguien. Y a José le
pasaba lo mismo con ella. Cada uno se complementaba con el otro. Sentían que
juntos se podían comer el mundo.
Poco a
poco, la gente iba viniendo y, en pocos minutos, se dispusieron a andar.
-Chicos,
alrededor de 20 minutos estaremos allí.- dijo la profesora.
-¡20
minutos andando!- dijeron todos a la vez.
-Venga,
chicos no os quejéis. Andar es muy bueno.- dijo concluyendo la conversación la
profesora.
Los
minutos pasaban y los chicos cada vez estaban más cansados. Si lo llegan a
saber, no van.
No hay comentarios:
Publicar un comentario